martes, 16 de septiembre de 2008

Nazaret


Encontramos los detalles acerca de la ubicación de Nazaret y de la casa de Jesús en LU 122:6 (El
Libro de Urantia, documento 122, "El nacimiento y la infancia de Jesús", sección 6, "La casa de
Nazaret").
Se nos cuenta que Nazaret estaba ubicada en un valle entre colinas altas. El valle seguía la
dirección actual principal de la ciudad, desde el noreste hacia el suroeste. Siguiendo esta dirección,
pero en la margen oriental, discurría el camino de Cafarnaúm - Caná - Séforis - Nazaret - Meggidó.
Este camino, el "camino del mar" o via Maris, era una ruta muy frecuente de las caravanas que
atravesaba Galilea en dirección sur y norte. En este camino, a la altura de Nazaret, existía una
parada de caravanas importante, que convertía a Nazaret en un lugar privilegiado de paso de gentes
y mercancías extranjeras.
La cadena de colinas situada al noroeste es mencionada en LU 126:1. Aquí se describen las
vistas espectaculares de las que disfrutaba el joven Jesús en sus frecuentes caminatas hasta la
cumbre. El Libro de Urantia dice que antiguamente esta colina fue un lugar de culto a Baal, y que
en ella se encontraba la tumba de un judío destacado llamado Simeón. Curiosamente, el nombre
actual es Nebi Sa'in (nebi significa, al parecer, profeta). ¿Quizá un antiguo profeta llamado Simeón?
No hay constancia de ello. Tampoco he podido confirmar el descubrimiento de una tumba en esta
colina de Nazaret.
Como puede verse la Nazaret que dibuja El Libro de Urantia es una ciudad alargada, siguiendo la
dirección del valle. Sitúa la casa de Jesús no en la ciudad, sino en la parte norte, en las afueras.
El Libro de Urantia la denomina “ciudad” y no aldea o poblacho (como hace J.J. Benítez). De
hecho, existe una fuerte discrepancia entre la visión que ofrece El Libro de Urantia y las novelas de
J.J. Benítez sobre el tamaño e importancia de esta población en tiempos de Jesús. Según El Libro de
Urantia, en el documento 124, Galilea era una provincia próspera de florecientes ciudades industriales, con más de 200 ciudades con población superior a los 5.000 habitantes y 30 ciudades
por encima de los 15.000 habitantes. Resulta obvio pensar, por la situación estratégica de Nazaret,
que se contaría entre esas 200 ciudades. No cabe cifrar, por tanto, en 300 a 350 habitantes la
población de Nazaret, como hace J.J. Benítez en Caballo de Troya 4, pág. 164. El autor se guía,
probablemente, de las conclusiones de la arqueología moderna, que no ha encontrado indicios de
una gran ciudad en Nazaret.
Si seguimos la narración de El Libro de Urantia, obtenemos una visión de Nazaret que rompe un
poco con la visión que la arqueología ha podido desvelar. Nazaret se dibuja como una amplia
población, con un buen número de habitantes, probablemente entre 5.000 y 10.000 habitantes. Una
cifra nada despreciable. Esta cifra hace que cobre más sentido la expresión “a las afueras” como
descripción del lugar de la casa de Jesús. Si Nazaret hubiera sido una pequeña aldehíta de apenas
treinta casas con muy pocos habitantes, no se comprende que fuera un lugar habitual de parada y
reparación de caravanas, ni que José hubiera edificado su casa alejada del centro “urbano”. La
descripción general de El Libro de Urantia nos habla más de una pequeña ciudad y no de un pueblo,
que disponía de su propia sinagoga (no una casa que hacía las veces de sinagoga), con talleres para
el suministro y reparación de caravanas, situada junto a una caravanera donde se alojarían multitud
de viajeros de todas partes del mundo conocido con sus animales de carga. Jesús vive en las afueras
porque el populoso “centro” de la ciudad debía de resultar excesivamente caro como para que José
comprara un vivienda. De hecho, hacia el final del documento 126 de El Libro de Urantia, se nos
cuenta que Jesús “acarició muchas veces la idea de que todos (su familia) pudieran vivir en una
granja en el campo, donde podrían disfrutar de la libertad y la independencia de una vida sin
trabas”. ¿Acaso no da esto la sensación de ser el típico anhelo del campo que un habitante de una
gran urbe pudiera tener? ¿No resulta un poco extraño que una persona que vive en una pequeña
aldea añore el “campo”, teniendo tan poca presión urbana a su alrededor?
El taller de José y las tiendas de repuestos para las caravanas habría que situarlos, según El Libro
de Urantia, al este, junto al camino, en la periferia de la población, y no muy lejos de la fuente que
surtía a Nazaret, que también se menciona como situada en la zona oriental. Podemos hacernos una
idea de esta zona como la parte "industrial" de la población, donde probablemente también se
dispondrían los puestos de trabajo de otros artesanos como el herrero, el cantero, el curtidor, el
cordelero o el fabricante de lonas.
Otro dato de El Libro de Urantia que ofrece una visión de Nazaret como de "ciudad" es el de la
página 1363, donde se comenta que Nazaret era uno de los 24 centros sacerdotales de los judíos,
con sacerdotes más liberales que en el resto del territorio judío. Esto implica que en Nazaret vivían
sacerdotes, lo que muestra claramente que Nazaret no debía ser una aldea pequeña sino una ciudad
relativamente poblada, con familias pudientes entre sus habitantes.

1 comentario:

Elena dijo...

Bueno!!!!, al fin cumpliste con el trabajo Muy buenas imágenes
Saludos Elens